Si dudas, nada

Si dudas, nada. Sumérgete. Aléjate del ruido. Rodéate de agua. Flota. Observa. Siente. Respira. Nada.

 

Todos coinciden, es liberador, sana.  Para Clement, Nick y Joanna, embajadores de Orca, la natación en aguas abiertas es un reto, es un medio único para encontrarnos con nosotros mismos. Es un deporte que invita a la abstracción desde la interacción con el medio, en el que uno se contempla en busca de nuevas perspectivas, en el que nos reencontramos con nuestra fuerza interior y hacemos las paces con nuestras inseguridades. 

Para Clement nadar significa libertad, rodearse del profundo azul del océano, a la espera de encontrarse con alguna de las criaturas marinas que alberga, de lo infinito e interminable de la aventura como fuente de energía. En una de sus expediciones entendió a lo que se refería Jacques Cousteau con “el acuario del mundo”, pues descubrió en el Mar de Cortés un lugar cautivador dada su biodiversidad.

 

 

El Mar de Cortez se encuentra entre la península de Baja California y el México continental, y es conocido por ser hogar para la mitad de los mamíferos conocidos y el 75% de los que habitan las costas de México. Delfines, leones marinos, ballenas, orcas… la abundancia de la vida silvestre marina es espectacular. A lo que se suma la presencia de uno de los tres únicos arrecifes de coral vivos del Norte de América. Sin duda un ecosistema idílico para los amantes de los océanos y su vida.

También es el Golfo de Capbreton uno de sus lugares favoritos, en su natal Francia, un cañón submarino a 300m de la costa de Capbreton y Hossegor, una singularidad geológica por ser uno de los pocos cañones que conectan con la costa. Este hecho lo convierte en refugio para muchas especies de mamíferos y un lugar increíble para bucear.

 

 

A Joanna y Nick, de preferencia, los encontraremos flotando sobre su espalda en un lago rodeado de montañas, disfrutando del reflejo del paisaje sobre el agua, de amaneceres, de atardeceres o incluso bajo la luz de la luna. Ambos coinciden en lo estimulante de nadar tanto en aguas frías como más cálidas, de la felicidad que te embarga tras el nado, no importa la distancia alcanzada, si no el hecho de sentir como un privilegio el poder estar allí, en ese mismo momento presente.

 

Crummock es el lugar predilecto de Joanna, en el Noroeste de Inglaterra. El Distrito de los Lagos es un parque nacional declarado Patrimonio de la Humanidad en el 2017. Es el más grande de Inglaterra y una de las pocas regiones montañosas del país. La zona reúne lo que a Joanna más le gusta, una gran extensión de agua rodeada de montañas.

Destaca de nadar en lagos lo voluble que resulta la experiencia según el clima y lo estimulante del reto cuando hay olas y el agua está más revuelta por el viento y la lluvia. La natación en aguas abiertas, dice, le ha convertido en una persona más valiente y decidida, sin duda una herramienta excepcional para vaciar la mente, relajarse, y alcanzar nuevos puntos de vista.

 

 

En el noroeste de la costa de Gales se encuentra Anglesey,  una isla conectada por dos puentes que atraviesan el Estrecho de Menai.  Nick nos destaca de este lugar las playas, que presume su lugar favorito para nadar, pero este lugar también es conocido por su tierra firme, pues es antigua tierra de druidas, sin dudas un lugar mágico que merece una visita.

Nick comparte con nosotros un dicho, y es el de que uno nunca se arrepiente de salir a nadar, puede que a veces no tengas ganas de hacerlo, pero después de salir del agua nunca te arrepientes de haber nadado. “After an open water swim, everyones is happy”