Seguramente no exista una experiencia que te cambie tanto la vida como el hecho de ser padre. Si esto lo trasladamos a la vida de un deportista profesional entonces otros factores entran en juego. Es el caso del triatleta y embajador de Orca Sebastian Kienle, que el pasado mes de julio fue padre por primera vez tras el nacimiento de su hijo Nino, y ha tenido que adaptar su rutina diaria, sus entrenamientos, a la nueva situación familiar.
Hemos charlado con Sebi para conocer cómo está viviendo esta increíble experiencia, qué cambios ha experimentado su vida y cómo lo hace para combinar su carrera deportiva con el cuidado de su hijo, junto con su pareja.
El triatleta alemán, que tiene un brillante palmarés (campeón mundial de Ironman en 2014, campeón del mundo Ironman 70.3 en 2012 y 2013, entre otros títulos), ha asegurado que a día de hoy el centro de su vida es su hijo. Un reto añadido, sobre todo si tenemos en cuenta que el triatlón es un deporte exigente que requiere de mucha constancia y entrenamiento para dar el cien por cien en las tres disciplinas.
UN CAMBIO VITAL
Hablando acerca de su rutina, Sebastian Kienle señala que su vida “ya había cambiado antes” de ser padre, aunque “por supuesto cambió mucho después de nacer mi hijo”. En este sentido, apunta que “hasta entonces yo era el centro de nuestro universo familiar y en este momento Nino lo es”. “Ahora se me hace duro viajar, aunque solo sea durante unos días, pero también es una gran motivación, porque en el pasado necesitaba una hora más o menos para prepararme para el entrenamiento y ahora lo hago en cinco minutos”, añade. Kienle destaca que la llegada de su hijo le ha ayudado a darse cuenta de lo que ha significado su familia a la hora de impulsar su trayectoria deportiva: “Sin el apoyo de toda la familia habría sido muy difícil perseguir grandes victorias a nivel mundial”.
Kienle añade que “el deporte siempre ha sido una operación familiar, y todavía lo es”. Compaginar los entrenamientos y la competición con el día a día en casa “no siempre es fácil y está claro que ya no soy el número uno en casa. ¡Pero mi trabajo es genial, es muy flexible y no podría desear nada más!”
UNA VIDA VINCULADA AL DEPORTE
El triatleta alemán tiene una larga trayectoria deportiva, y su vida en los últimos 25 años ha estado vinculada al deporte. Una realidad que no se transforma de un día para el otro. De hecho, Kienle apunta que no dejará de participar en este mundo una vez se retire como profesional. El triatlón es su pasión y su manera de vivir y así lo ha transmitido siempre en sus competiciones.
Cuando le preguntamos sobre si le gustaría que su hijo siguiese sus pasos en este apasionante mundo del triatlón, Kienle confiesa que “ya estaría contento si nuestro hijo ama el deporte tanto como nosotros”, pero añade que cualquier deporte que practique estaría bien, más allá del triatlón. “Quiero ser padre de Nino como lo fue mi padre para mí. Siempre como un apoyo, y nunca presionando. Todavía me hace gracia cuando recuerdo cuántas veces mi padre intentó esconder el orgullo que sentía por mí cuando lo hacía bien...Creo que no quería que yo tuviera la impresión de que su amor por mí estaba relacionado con mi éxito deportivo”, destaca con simpatía. "Pienso que no es malo estar orgulloso, pero tampoco es bueno si intentas presionar a tus hijos para que hagan algo”, subraya.
LA DIFICULTAD DE SER PADRE O MADRE Y DEPORTISTA
Si para un atleta profesional la paternidad supone un cambio importante en su vida y en sus rutinas diarias, todavía lo es más para una mujer combinar la maternidad con su carrera deportiva. Seguramente por este motivo recuerda que “el primer pensamiento que tuve después del nacimiento de Nino fue agradecer a mi madre todo lo que había hecho por mí. Esta experiencia me ha hecho tener aún más respeto por las madres deportistas”.
Sebastian Kienle se siente muy orgulloso y feliz de haberse estrenado como padre y, aunque sus prioridades han cambiado, asegura que desea terminar su exitosa carrera como triatleta con la satisfacción de compartir con los suyos los buenos momentos que ofrece este deporte.
SOBRE SEBASTIAN KIENLE
Sebastian Kienle es un triatleta profesional alemán y embajador de ORCA. Empezó a competir en triatlón a los doce años. Kienle tiene un gran palmarés deportivo, no en vano ha sido campeón mundial de Ironman en 2014 y campeón del mundo Ironman 70.3 en 2012 y 2013. Además, ha subido en el podio de la prestigiosa Ironman de Kona en 2013, 2016 y 2019. El pasado noviembre anunció su retirada de la competición profesional para finales de 2023.