El verano es sin duda la mejor época para iniciarse en el mundo de la natación en aguas abiertas. El mar está a la temperatura perfecta, el clima acompaña y la mayoría de playas están vigiladas. Una combinación idónea para vivir nuestras primeras aventuras en el mar. Pero antes de lanzarnos al agua y empezar a explorar nuevos rincones de nuestra costa hay varios factores que debemos tener en cuenta para poder disfrutar de una sesión segura.
UN ENTORNO CONTROLADO
Sin duda la seguridad es lo primero, y en este sentido hay diversos puntos que debemos considerar:
• Nadar en compañía. Siempre es recomendable nadar acompañados, sobre todo si nos estamos iniciando en esta apasionante disciplina. Unirnos a un grupo de nadadores, ya sea en nuestra localidad o en nuestra zona de veraneo, hará que nos sintamos más seguros dando esas primeras brazadas en el mar. Los nadadores más experimentados nos asesorarán y aconsejarán sobre lo que debemos o no debemos hacer en aguas abiertas.
• Zonas acotadas. Para empezar a nadar en aguas abiertas, lo ideal será hacerlo en zonas más bien acotadas y controladas. Hacerlo dentro de la playa, entre espigones, o la clásica ida y vuelta a la boya puede ayudarnos a tomar contacto con el medio en nuestras primeras sesiones.
• Zonas vigiladas. Nadar en una playa con presencia de socorristas puede ayudarnos a sentirnos más seguros. Además, avisar de que tenemos pensado salir a nadar y hacia dónde nos dirigimos puede marcar la diferencia en caso de tener algún problema en el agua.
EL MAR NO ES LA PISCINA
Por mucha experiencia que tengamos nadando en la piscina, hacerlo en el mar no es lo mismo. La técnica varía significativamente, teniendo en cuenta que en el mar nos encontramos en un entorno cambiante y en constante movimiento. En un momento podemos estar nadando tranquilamente y al siguiente tener que acelerar nuestra brazada para poder seguir avanzando. Estos cambios de ritmo, al contrario que en la piscina, pueden llegar a ser constantes en aguas abiertas, por lo que será importante trabajarlos a conciencia en nuestras sesiones de trabajo técnico.
La orientación es otro factor a tener en cuenta. Mientras que en la piscina solo debemos preocuparnos de seguir la línea azul del fondo y hacer el viraje cuando llegamos a la pared, en el mar debemos estar pendientes de nuestra dirección en todo momento. Tener un punto de referencia (un edificio, una montaña, un espigón...) y levantar nuestra cabeza para mirar hacia adelante cada 4 o 6 brazadas será básico si queremos mantener una línea más o menos recta.
Tanto los cambios de ritmo como el trabajo de orientación son técnicas específicas de la natación en aguas abiertas que se pueden trabajar y perfeccionar con la práctica, tanto en los entrenamientos de piscina como en los de mar.
MATERIAL
A la hora de lanzarnos a nadar en aguas abiertas por primera vez no solo debemos estar preparados física y mentalmente, sino que debemos disponer del equipo adecuado. Estos son los materiales imprescindibles:
• Neopreno. Dependiendo de la temperatura del agua y de nuestras necesidades (flexibilidad, flotabilidad y visibilidad) optaremos por un neopreno completo de aguas abiertas como el Openwater Core Hi-Vis, uno sin mangas como el RS1 Openwater Sleeveless, o uno de manga corta como el Openwater Core Swimskin. En aguas muy cálidas siempre podemos usar la camiseta High Visibily Rash Guard, una licra de natación que nos ofrece protección solar y una alta visibilidad.
• Gafas. Es importante contar con unas gafas cómodas, ergonómicas, y sobre todo versátiles que se adapten a todo tipo de condiciones climáticas, como por ejemplo las Killa 180º.
• Gorro. El gorro es una pieza que, aunque parezca menos importante en verano porque no necesitamos que nos proteja del frío, sigue siendo básica como elemento de visibilidad. Usar un gorro de colores llamativos hará que seamos fácilmente identificables en el agua.
• Boya. Un elemento básico, que nos ayudará a ser más visibles en el agua y nos servirá de elemento de flotación en caso de necesidad. Además, es muy útil para llevar nuestros objetos personales.
• Crema solar. Aunque salgamos a nadar durante poco rato, es importante protegerse del sol, utilizando una crema de factor +50 que sea respetuosa con el mar.
Teniendo en cuenta todos estos puntos, sin duda podremos disfrutar de nuestras primeras aventuras en aguas abiertas con tranquilidad y seguridad, haciendo que nos enamoremos de este apasionante deporte.