La elasticidad o flexibilidad es una de las características más importantes de un neopreno. En neoprenos de triatlón, la flexibilidad evita que el traje interfiera en la biomecánica del deportista y ayuda al triatleta a ahorrar energía. En aguas abiertas, los trajes flexibles permiten que el nadador nade con la máxima naturalidad y libertad dentro del agua.
A la hora de valorar la elasticidad de un neopreno, se deben cumplir tres factores esenciales en su diseño y construcción: el tipo de neopreno utilizado, el forro interior y el grosor.
El tipo de neopreno
Los diferentes paneles que conforman el neopreno se componen de materiales distintos. Cada combinación de materiales tiene una capacidad de estiramiento diferente y necesita más o menos energía para que los paneles se estiren y recuperen su forma. En Orca Lab, se han analizado y comparado los paneles de 1,5 mm en su máxima elongación.
Así, el Yamamoto 44, material exclusivo de Orca, es la opción más elástica con 1.5mm de grosor, logrando un 513% de elongación. Le sigue el neopreno Yamamoto 40, con 383% de elasticidad, empleado en hombros y axilas de los trajes de alta gama de aguas abiertas (RS1 Thermal y Perform). El neopreno Yamamoto 39, utilizado en trajes de gama intermedia de freedive, consigue un 307% de elasticidad; y el Yamamoto 38, con 200% de elasticidad, logra un equilibrio entre elasticidad y compresión en el tronco inferior.
El forro interior
Las propiedades elásticas del forro interior son determinantes para conseguir un traje flexible. El Infinity Skin, fabricado a partir de nylon y fibras de bambú, ofrece un 283% de elasticidad, logrando la máxima calidad en términos de flexibilidad.
Por su parte, el forro interior térmico Thermal X, orientado a obtener el máximo aislamiento al nadador, consigue un 217% de elasticidad.
Por último, el lining Hydrolite, con valores del 170% de elasticidad, es un forro compresivo que favorece el sellado del neopreno en el cuello y en las extremidades para evitar la entrada de agua.
El grosor
Cada panel del neopreno debe tener un grosor distinto en función de las propiedades que busque: flexibilidad, aislamiento térmico o flotabilidad. Los grosores de 1.5mm se usan en hombros y axilas, consiguiendo un 217% de elasticidad. Los paneles de 2mm, con una elasticidad del 197%, se colocan en los brazos. Generalmente los de 3mm, con valores de elasticidad del 177%, se usan en el pecho y la espalda y, por último, los paneles de 5mm, de 130% de elasticidad, se colocan en las piernas para favorecer la flotabilidad y estabilidad del nadador.
En definitiva, contar con una buena flexibilidad a la hora de nadar en aguas abiertas o de competir en triatlón, no solo nos permitirá rendir al máximo en el agua, sino que también nos hará ahorrar energía y nos evitará posibles lesiones mientras disfrutamos de una total libertad de movimiento.