Nadar con un propósito

La embajadora de Orca, madre y nadadora, Vicki Bunke, comparte su historia personal con nosotros y nos cuenta por qué este verano nadará en 14 eventos de aguas abiertas en los Estados Unidos. Una historia que también se presenta en la Docuserie WaveMakers de Discovery Life, que se emitirá los martes a las 20 h (horario de la costa este de los EE.UU.), del 8 de julio al 12 de agosto.  

VICKI BUNKE - Miembro de Swim Across America

Mucha gente nada porque es competitiva. Algunos nadan como una vía de escape. Otros nadan para estar en forma. Yo, nado con un propósito. Yo, nado por Grace. Grace Bunke.

Mi hija Grace murió el 25 de marzo de 2018, un día antes de cumplir 15 años, debido a un cáncer de huesos. Como resultado de su deseo de mejorar, después de un tratamiento de 9 meses que consistió en quimioterapia, una amputación parcial de pierna llamada plastia de rotación y dos cirugías pulmonares, comenzó a nadar.

Mucha gente, incluyéndome a mí, disfrutan el hecho de comenzar cosas nuevas. ¿Por qué? Creo que se debe a que embarcarnos en algo nuevo nos estimula el cerebro y nos llena de energía. Pero, ¿qué pasa con el hecho de terminar lo que empezamos? Recibimos un libro nuevo con grandes esperanzas de leerlo, pero no podemos ir más allá del primer capítulo. Nos apuntamos a una clase y encontramos motivos para no asistir.

Hacemos planes para comenzar una nueva dieta o plan de alimentación sin ir más allá del primer paso. Nos apuntamos al gimnasio y, a menudo, no vamos. La verdad del asunto es que muchos de nosotros nunca terminamos lo que empezamos.

Pero no mi hija mayor, Grace. Ella nació el 26 de marzo y murió el 25 de marzo. Creo que demostró la 'gracia perfecta' en la forma en que completó su último año, el 14º para ser exactos, en este planeta. Grace terminó lo que empezó. Como escribió una vez Robin Sharma, “Empezar fuerte es bueno. Terminar fuerte es épico ". En sus 14 años de vida, Grace me enseñó muchas cosas, incluso al final, y entre ellas cómo terminar lo que empiezas.

Estar con Grace cuando murió fue extremadamente duro e incomprensible y, al mismo tiempo, una experiencia culminante, algo que no cambiaría por nada, excepto por su vida. Esa tarde de Domingo de Ramos de marzo de 2018, unos segundos después de que dejara de respirar, la sostuve en mis brazos y ella todavía estaba allí. Unos segundos más tarde, ya no estaba. Pero no se la llevaron. Estoy segura de que se había ido ella, y verla partir me dio el valor y la fuerza para pensar que yo misma podría hacerlo algún día, sin miedo. Como Grace.

Durante 14 años pensé que yo era la maestra. Pensé que era yo quien estaba preparando a Grace. Me imagino a Grace ahora en el Cielo, riendo y sonriendo ante mi pensamiento erróneo. Os aseguro que desearía poder oírla reírse de mí. Echo de menos su risa. Pero ahora sabe, al igual que yo, que ella siempre fue la maestra y yo solo la alumna. ¿A quién estoy engañando? Todos éramos alumnos a los pies de esta maestra joven, humilde y desconocida.

Aunque han pasado ya más de tres años desde que le dijimos "nos vemos luego" a Grace, parece que fue ayer y hace muchos años, todo al mismo tiempo. Siempre estaré agradecida por el regalo de esta increíble joven a la que tuve la suerte de llamar mi hija, que hizo algo milagroso: viajó hacia las profundas aguas de una enfermedad terminal, se transformó mágicamente ante nuestros ojos con un espíritu fiel y un corazón esperanzado, y nadó. Cuando nos dejó hace tres años, fue una traición inocente basada en un simple malentendido por mi parte… pensé que se quedaría con nosotros para siempre. No puedo esperar a volver a verla. Pero hasta entonces, haré todo lo posible para terminar lo que comencé. Igual que Grace.

ENTONCES, ¿POR QUÉ NADO?

La respuesta se encuentra en algún lugar dentro de esos momentos del 25 de marzo de 2018 cuando Grace ya no podía hablar. Cuando Grace ya no podía contar su historia. Pero la respuesta también se encuentra en algún momento de ese mismo día en que tuve que decirle a Caroline, la hermana menor de Grace, que Grace había muerto. En ese momento, Caroline tampoco pudo hablar más. Pero no porque ya no tuviera voz. Caroline ya no podía hablar porque se le había roto el corazón.

Nado en 14 eventos de aguas abiertas de Swim Across America no solo para honrar la vida de Grace, quien vivió durante 14 años y nadó en 14 competiciones de natación durante ese tiempo, sino también para honrar la pérdida sufrida por Caroline. Nado porque mis hijas me enseñaron que los lazos del amor son mucho más fuertes que las sombras de la muerte.

Nado por un futuro mejor en el que madres como yo no tengan que despedirse de una hija en el hospital para luego conducir a casa y romperle el corazón a su otra hija.

Nado para honrar la hermosa amistad de Grace y Caroline y las lecciones que ambas me han enseñado en la vida y en la muerte.

Nado porque algo sucede muy dentro de ti, cuando en medio de la noche tu hija te susurra: "Mamá, ¿podrías rezar por mí?".

Nado con la esperanza de que haya menos ocasiones en las que hermanas menores hablen en el funeral de su hermana mayor porque el tratamiento que recibieron para su cáncer no ha cambiado en más de 4 décadas.

Nado porque quiero ser como Grace y Caroline. Quiero mantenerme firme en la fe, el amor, el coraje, la abnegación y, sobre todo, la esperanza. La natación me ayuda a seguir eligiendo la esperanza por encima de la desesperación. Y si sigo eligiendo la esperanza, Grace nunca se irá. Y eso se debe a que, como Grace nos enseñó a todos ... La esperanza no tiene límite.

Inspirada por Grace, me he asociado con Swim Across America para realizar The Amazing Grace Swim Across America Tour. Esta gira consiste en nadar 14 de los eventos de aguas abiertas de Swim Across America, con el objetivo de recaudar fondos para financiar la investigación del cáncer y encontrar un tratamiento que podría haber ayudado a salvar la vida de Grace.

SOBRE VICKI BUNKE

Vicki Bunke es madre de dos niñas, Grace y Caroline, y esposa de Brian Bunke. Vicki, Brian y Caroline viven juntos en Marietta, Georgia, a las afueras de Atlanta. Grace, hija y hermana, vive ahora en el Cielo ya que murió de cáncer de huesos cuando tenía tan solo 14 años. Profesionalmente, Vicki es psicóloga y, además de tener una consulta privada, trabaja con el Distrito Escolar del Condado de Cobb. Grace vivió con cáncer de huesos durante casi 4 años y durante ese tiempo, inspiró a muchas personas con su actitud positiva y su espíritu esperanzador. Grace amaba a su familia, sus amigos y la natación. En sus últimos meses de vida, Grace se dedicó a recaudar fondos para Swim Across America. Vicki sigue adelante con la iniciativa nadando este año en 14 eventos de aguas abiertas de Swim Across America para recaudar fondos para la investigación del cáncer.