Nuestros amigos de Whale and Dolphin Conservation nos hablan de una de las grandes amenazas a las que se enfrentan las orcas: la cautividad. Para ayudarnos a entender cómo les afecta vivir en cautividad y por qué es tan importante poner fin al sufrimiento que padecen estas orcas, tenemos con nosotros a Rob Lott, el gestor de las políticas de WDC y principal responsable en la organización de acabar con la explotación de las orcas para fines lúdicos.
ROB LOTT- Gerente de políticas de Whale and Dolphin Conservation
Desde los inicios de WDC, en 1987 (cuando éramos conocidos como Whale and Dolphin Conservation Society), hemos hecho una fuerte campaña contra la captura y el mantenimiento de ballenas y delfines en cautiverio. Si bien hay más delfines mulares y belugas en cautiverio que orcas, son estos enormes depredadores del océano, que conviven en grupos familiares muy unidos, los que han tocado el corazón de muchas personas que los ven confinados en pequeñas piscinas, realizando espectáculos de estilo circense a cambio de peces muertos. Tras años ejerciendo presión, el aumento de la conciencia colectiva finalmente está dando sus frutos. Aun así, muchas de estas magníficas criaturas permanecen todavía cautivas a día de hoy.
HITO EN EL MOVIMIENTO CONTRA EL CAUTIVERIO
El lanzamiento del documental Blackfish en 2013 fue un verdadero hito en el movimiento contra el cautiverio, ya que destapó lo que ocurría en los parques marinos de SeaWorld y el tratamiento al que las orcas cautivas estaban sometidas. La estrella oscura de Blackfish era Tilikum, una orca macho que fue arrebatada a su familia en las aguas de Islandia cuando tenía dos años y a la que luego se obligó a actuar en espectáculos de parques marinos durante los siguientes treinta años de su vida. En sus primeros años de cautiverio, cuando aún era muy joven, era constantemente atacado por las hembras dominantes con las que compartía el tanque; mientras que, por la noche, después de los espectáculos, lo encerraban en un 'módulo', más bien una perrera acuática, durante 14 horas seguidas. Sin duda, este trato contribuyó a su psicosis y problemas de conducta posteriores.
Tilikum se convirtió en la orca más grande en cautiverio con un peso de más de 5 toneladas y casi 7 metros de largo. Para 2010 ya había estado implicado en la muerte de dos personas, pero en febrero de ese mismo año se convirtió en noticia internacional porque mató trágicamente a su entrenadora, Dawn Brancheau.
Dawn era una de las entrenadoras más respetadas y experimentadas de SeaWorld y estaba trabajando en una sesión de entrenamiento con Tilikum, cuando la agarró del brazo y la empujó a la piscina donde la embistió brutalmente y la ahogó.
Este impactante incidente se produjo solo nueve semanas después de que Keto, otra orca propiedad de SeaWorld, ahogara a su entrenador, Alexis Martínez, en Loro Parque, en las Islas Canarias.
Blackfish llevó la trágica situación de Tilikum y todas las orcas cautivas a una audiencia mucho más amplia, que ahora aprecia y comprende que estas nobles criaturas merecen un trato mejor.
Foto de Lina Grube
VIDAS MÁS CORTAS
La mayoría de las orcas cautivas mueren al final de la adolescencia o al comienzo de la veintena. Algunos, como Tilikum, viven hasta los treinta. Las orcas cautivas mueren prematuramente por diversas causas, como neumonía o septicemia. El estrés crónico y la privación de libertad psicológica que experimentan en un entorno artificial pueden inhibir el sistema inmunológico y afectar significativamente a su capacidad para combatir las infecciones.
Contra todo pronóstico, existen dos casos excepcionales: dos orcas cautivas vivas hoy que han sobrevivido más de 50 años en un tanque. Uno es Tokitae (o Lolita) que vive en un pequeño tanque en el Seaquarium de Miami, en Florida, y el otro es Corky, que vive en el SeaWorld de San Diego, en California. Los dos fueron separados de las orcas salvajes con las que vivían en el noroeste del Pacífico.
Corky fue capturada frente a las costas de la Columbia Británica, en Canadá, en 1969 y hasta ahora es la orca que más tiempo ha sobrevivido en el planeta. A partir de los estudios de orcas salvajes y el análisis de fotografías antiguas, sabemos mucho sobre ella. Conocemos su comunidad y la familia a la que pertenecía. En 1969, sus captores solo estaban interesados en las ballenas más jóvenes para venderlas a los parques marinos, por lo que, a las orcas más viejas, incluida Stripe, la madre de Corky, las dejaron en paz. Stripe falleció en el año 2000, pero sus otros dos hijos (los hermanos de Corky) todavía nadan libremente y se los ve con regularidad durante los meses de verano.
Corky ha tenido siete crías en cautiverio, pero ninguna sobrevivió más de 46 días. Como era tan joven cuando fue capturada, es probable que no supiera cómo cuidar a su descendencia y, a menudo, los ignoraba y los dejaba sin alimentar.
Corky es una de las 59 orcas que viven actualmente en cautiverio en todo el mundo y una de las 27 de ellas que comenzaron su vida en el océano. Los parques SeaWorld en los Estados Unidos todavía dominan la industria con 20 orcas cautivas, aunque en los últimos años ha habido un incremento de parques marinos en China, donde han capturado en aguas rusas y condenado a 15 orcas a una vida en un tanque de hormigón.
Foto de Lina Grube
INDUSTRIA MULTIMILLONARIA
A pesar de que las orcas se han convertido en el reclamo de las campañas de bienestar animal, que arrojan una leve luz sobre la existencia comprometida de criaturas inteligentes, altamente móviles y socialmente complejas, estas son solo la punta del iceberg.
Actualmente hay más de 3.600 ballenas, delfines y marsopas en 355 instalaciones de 58 países de todo el mundo. Es una industria de miles de millones de dólares.La mayoría de estos parques exhiben delfines murales, pero también hay una gran variedad de otras especies, como belugas, ballenas piloto, delfines de Risso, marsopas sin aleta y, por supuesto, orcas. La "oferta de entretenimiento" abarca espectáculos, experiencias de nado con delfines, terapia asistida por delfines e incluso oportunidades de "selfies".
El movimiento contra el cautiverio ha logrado grandes avances a lo largo de los años a medida que el público, los consumidores e incluso los gobiernos han descubierto la realidad del cautiverio. La opinión ha cambiado de manera considerable, lo que ha llevado a muchos países, incluidos India, Canadá, Chile y Costa Rica, a prohibir esta práctica. Otros, como el Reino Unido, tienen regulaciones tan estrictas que hacen prácticamente imposible que cualquier instalación se plantee tener delfines. Cultural y legalmente, la perspectiva de futuro es optimista.
Sin embargo, el panorama no es tan positivo en todos los lugares, especialmente en Asia. Como en tantas otras áreas del ámbito internacional, China es ahora un actor importante en esta industria. En la actualidad hay 84 instalaciones en el país con otras 33 en construcción. Tan solo en los últimos cinco años, el número de ballenas, delfines y marsopas (cetáceos) retenidos casi se ha duplicado a 1085 individuos.
Foto de Lina Grube
¿QUÉ SUCEDE CON LAS MILES DE CRIATURAS QUE ACTUALMENTE SE ENCUENTRAN RETENIDAS EN TANQUES?
Con más y más países abordando las cuestiones morales y éticas del cautiverio, la pregunta sigue siendo qué sucede con las miles de criaturas que actualmente se encuentran en tanques. Y para eso la respuesta tiene que ser una evolución y no una revolución. La lucha contra el cautiverio de ballenas y delfines ha tenido un éxito considerable a lo largo de los años al abordar uno de los principales promotores del entretenimiento con delfines: los operadores turísticos.
Nuestros seguidores han desempeñado un papel vital en persuadir a empresas como Virgin Holidays, British Airways, Thomas Cook, Airbnb, Booking.com y TripAdvisor para que dejen de promocionar cualquier instalación donde se alojen ballenas y delfines. Para aquellos que quieren continuar obstinadamente su apoyo a esta industria, como TUI, les pedimos que trabajen sólo con parques que acepten una eliminación gradual de esta práctica obsoleta y cruel. La generación actual de cetáceos en cautiverio debería ser la última, ya que buscamos un compromiso de no más cría, no más capturas, no más espectáculos y no más transferencias entre instalaciones. Fundamentalmente, estamos pidiendo a la industria que se comprometa a apoyar los santuarios de cetáceos, donde estos animales ex cautivos pueden retirarse a un hábitat más natural y vivir una vida que, en la medida de lo posible, se parezca mucho a la de sus parientes salvajes. Algunos de ellos podrían incluso en un momento determinado regresar a la naturaleza.
Foto de Lina Grube
RESIDENTES DE SANTUARIO
De hecho, el concepto de santuario ya no es solo un concepto. La WDC está increíblemente orgullosa de ser socia fundadora del primer santuario de ballenas del mundo, el SEA LIFE TRUST Beluga Whale Sanctuary, que dio la bienvenida a sus primeros huéspedes en Islandia, en 2019. Dos belugas hembras, Little White y Little Grey, ambas capturadas en Rusia cuando eran bebés, habían pasado toda su vida adulta actuando en espectáculos para turistas en Changfeng Ocean World en Shanghai. La compañía de entretenimiento que adquirió el parque en 2012 tiene una política de no tener criaturas tan sensibles y móviles en tanques, por lo que se acercó a nosotros para desarrollar un modelo de santuario donde las ballenas pudieran vivir en un entorno natural, pudieran tener mayor control de sus propias decisiones y tener más opciones sobre forma en la que pasan sus días.
Foto de Lina Grube
ES HORA DE VOLVER SIENDO MEJORES
Nuestra campaña para poner fin al sufrimiento de las ballenas y los delfines en cautiverio está aumentando. La pandemia derivada del coronavirus no respeta fronteras y ha tenido un efecto devastador en las personas y la economía de todo el mundo. La industria de viajes se ha visto especialmente afectada. La COVID 19 ha obligado a cerrar la mayoría de las instalaciones involucradas en la exhibición cautiva. Si no hay visitantes, no hay ingresos; pero las ballenas y los delfines aún necesitan cuidados y esto significa que todavía hay grandes facturas por pagar. Algunas instalaciones están reconsiderando sus prioridades a medida que buscan cambiar su modelo de negocio. Otras buscan rescates gubernamentales para sobrevivir y es posible que algunas de estas nunca vuelvan a abrir.
El término "confinamiento" se ha convertido en ocasiones, en sinónimo de aislamiento, soledad, aburrimiento, ansiedad... y cosas peores, pero finalmente estamos viendo la luz en este largo camino. Y mientras salimos de nuevo a este nuevo mundo valiente, prometemos no volver a dar nada por sentado: nuestros amigos, familias e incluso, libertades y oportunidades. La ciencia moderna nos ha dado una salida y una hoja de ruta hacia una nueva normalidad. Y por supuesto, también nos ha dado esperanza.
Nosotros no pasamos por un encierro interminable e implacable, pero esta es la situación a la que se enfrentan las ballenas y los delfines cautivos. El encierro eterno es su cruda realidad.
La industria de los viajes está en crisis y se enfrenta a un futuro incierto. Ha llegado a una encrucijada y ahora debe tomar un camino. Creemos que es hora de que los operadores turísticos que aún promueven la exhibición de estos animales adopten una visión más generosa con el planeta. Las ballenas y los delfines en cautiverio nunca más deberían estar a merced de la economía humana.
Puedes mostrar tu apoyo adoptando una orca salvaje con Whale and Dolphin Conservation. Todos los ingresos se destinan a la protección de ballenas y delfines en todo el mundo y la conservación del hábitat en el que viven.
SOBRE ROB LOTT
Rob Lott es un científico especializado en mamíferos marinos. Actualmente trabaja como administrador de políticas y líder del programa de orcas para Whale and Dolphin Conservation (WDC), una organización benéfica internacional que tiene como objetivo crear un mundo donde todas las ballenas y delfines estén seguros y libres. Afincado en el Reino Unido, Rob trabaja en el programa anti-cautiverio de WDC, abordando el tema de las capturas de cetáceos en Rusia y Japón, así como mejorando el bienestar de ballenas y delfines cautivos a través de los santuarios de retiro. Es un gran escritor y fotógrafo y ha publicado internacionalmente en revistas y periódicos. Sus lugares favoritos en el planeta son el norte de la isla de Vancouver, Islandia, Svalbard y Georgia del Sur.
SOBRE WHALE AND DOLPHIN CONSERVATION
WDC, Whale and Dolphin Conservation, es una organización benéfica mundial dedicada a la conservación y protección de ballenas y delfines. Defienden a estas criaturas contra las muchas amenazas a las que se enfrentan, a través de campañas, asesoría a gobiernos, proyectos de conservación, investigaciones de campo y rescate. Su objetivo es lograr un mundo en el que todas las ballenas y delfines estén a salvo y libres.