Una buena manera de conocer y explorar nuevos lugares mientras viajamos por Europa es hacerlo andando por senderos de montaña o de costa. Pero si además terminamos la ruta con una sesión de natación en un lago o en una playa, siempre que esté permitido hacerlo y no perjudique el medio ambiente, la experiencia será perfecta.
Son muchos los parajes por descubrir donde la naturaleza nos asombra por su belleza e inmensidad, pero aquí os proponemos una pequeña selección de algunas zonas repartidas por el viejo continente donde es posible nadar antes o después de hacer una buena ruta senderista.
1. LAGO HALLSTATT, HALLSTATT, AUSTRIA
Este lago, situado en el pequeño pueblo austriaco de Hallstatt, se encuentra en una ubicación de ensueño, un emplazamiento que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997. El lago está rodeado de montañas de más de 3.000 metros de altura con senderos para andar y contemplar el entorno natural sin prisas. Hacia el oeste del pueblo podemos llegar hasta la cascada Waldbachstrub, además de encontrar diversas rutas alpinas que conducen al valle de Echern, repleto de sumideros glaciares. El lago es un pequeño tesoro para los amantes de la natación en aguas abiertas y otros deportes acuáticos. Poder practicar nuestro deporte favorito en un entorno de cuento como el del lago Hallstätter puede llegar a ser una experiencia inolvidable.
2. LAGO BOHINJ, SLOVENIA
Se trata del lago más de grande Eslovenia y uno de los más bonitos del país. Está ubicado en pleno valle del Parque Nacional de Triglav y se encuentra rodeado de altas montañas salvajes y que invitan a recorrerlas con tranquilidad. El valle fue creado por un glaciar que se abrió paso a través de la tierra hace más de 14.000 años. Sin duda un lugar para visitar y dejarse perder por sus caminos terminando con un baño en las aguas turquesas y cristalinas del lago Bohinj.
3. LAGO DI BRAIES (TIROL DEL SUR, ITALIA)
Uno de los sitios más espectaculares de los Dolomitas. Para los amantes de las aguas frías, en pleno corazón del parque natural Fannes-Sennes y Braies encontramos este increíble lago alpino. Una auténtica joya rodeada de cumbres dolomíticas de más de 2.000 metros como Croda del Becco (2.810 metros), Monte Nero (2.123 metros) y Sasso del Signore (2.447m). Una zona repleta de senderos por explorar y con una caminata alrededor del perímetro del lago, de entre dos y tres horas, con parada final para nadar y relajarse en un entorno majestuoso que no deja indiferente a nadie.
4. LAGO NEGRATÍN (GRANADA, ESPAÑA)
A tan solo una hora en coche de Granada encontramos un lago al pie del monte Jabalcón, dentro de los parques naturales de la Sierra de Daza y la Sierra de Castril. Un sitio que vale la pena conocer andando antes de disfrutar de una sesión de natación en aguas abiertas en el embalse de Negratín. Como colofón final, después de nadar también es recomendable visitar los Baños de Zújar, con aguas termales justo por encima de la orilla del lago, donde podremos terminar la jornada de una forma tranquila y relajada rodeados de naturaleza.
5. RUTA DE ROSES A CADAQUÉS (COSTA BRAVA, GIRONA)
Esta ruta senderista, en la Costa Brava, une la localidad de Roses con el pintoresco pueblo de Cadaqués siguiendo parte del GR-92. Un camino ideal, más conocido como Camino de Ronda, para gozar de unas impresionantes vistas al Mediterráneo y aprovechar para nadar en una o varias de las preciosas calas que se encuentran a lo largo del trayecto, como Cala Montjoi, Cala Murta, Cala Rostella, Cala Calitjás y Cala Pelosa, entre otras. Una manera diferente de descubrir y explorar la Costa Brava.