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Seguridad y rendimiento en aguas abiertas: entendiendo el viento, el agua, las olas y el clima

El embajador de seguridad de Orca y conocido defensor de los océanos, Bruckner Chase, nos habla de los factores que debemos tener en cuenta a la hora de nadar en aguas abiertas, ya sea para competir o simplemente, para disfrutar del mar.

Existen un número infinito de situaciones a las que se puede enfrentar cualquier nadador que se aventure en el océano, y es que las aguas abiertas son únicas en el mundo de los deportes de resistencia. El mar, en particular, recompensa a aquellos que se toman el tiempo para aprender qué factores pueden hacer que una travesía potencialmente peligrosa se convierta en un reto apasionante. Saber leer el agua y el clima también nos pueden ayudar a nadar más rápido, sin que en realidad lo hagamos. Pero primero debemos aprender a mantenernos seguros para luego dejar que el agua haga el trabajo.

Quizás el mantra más importante del mundo del surf y los deportes acuáticos es "En caso de duda, no salgas". Los socorristas experimentados, surfistas, atletas, y en general, la gente de mar saben que cuando las condiciones se ven complicadas desde la playa, pueden ser peores en el agua. Las mareas cambian cada pocas horas y el clima puede cambiar en cuestión de minutos, mientras que la densa niebla puede llegar a ocultar los peligros de la costa. Los cambios en la dirección del viento pueden hacer que avanzar sea todo un desafío o incluso, imposible. Olas inesperadas pueden cambiar un plan de travesía y una vida. Primero, mantengámonos a salvo.


Mejores previsiones. Es importante conocer el clima antes de ir a la costa, así como conocer la ubicación y la fuente del parte meteorológico. Dirigirnos a la playa con una previsión errónea, o de la zona equivocada, puede hacer que lleguemos sin estar preparados y encontrarnos condiciones inesperadas. Los informes de surf contemplan las condiciones climáticas locales, tanto de tierra como de mar, e indican cambios en la fuerza y dirección del viento, proporcionando contexto para todo aquel que quiera practicar deporte en el agua. Comprender el clima en toda la región nos dará información sobre posibles amenazas, como por ejemplo tormentas eléctricas, y nos ayudará a estar preparados y/o lejos del peligro.


Observaciones meteorológicas. En las playas, los socorristas monitorean constantemente el cielo y anotan la dirección y la fuerza del viento mientras escanean el agua y a todos los que se encuentran en ella. Saben bien que la fuerza y la dirección del viento pueden cambiar en minutos, cosa que puede afectar dramáticamente a las condiciones del mar. En este caso, recomendamos imitar a los surfistas experimentados, siguiendo la regla de los quince minutos: observar el agua y la playa durante quince minutos antes de entrar en el mar y ajustar el plan de nado para que coincida con las condiciones que vemos frente a nosotros.


Mareas. Dependiendo de la ubicación, las mareas pueden cambiar el nivel del agua en más de un metro, dentro de un periodo de 6 horas. Estos niveles de agua cambiantes pueden exponer u ocultar peligros sumergidos como rocas o zonas de amarre. El flujo de la marea puede derivar en corrientes costeras de rápido movimiento que aumentan la potencia cerca de las entradas del océano con velocidades de más de 3 mph (casi 5 km por hora), o el equivalente a un ritmo de natación de 1:10 por cada 100 metros.

Corrientes de resaca. El peligro más conocido de una playa es a menudo el más difícil de detectar y el más incomprendido. Las corrientes de resaca se crean cuando el agua empujada contra la orilla, por las olas y el viento, regresa al océano a través de un corredor de agua estrecho que se mueve rápidamente. Las corrientes de resaca se reconocen típicamente por un espacio en las olas rompientes o por el agua descolorida que se aleja de la playa. Estas corrientes pueden ser difíciles de detectar, aparecen repentinamente y se mueven a lo largo de una playa a medida que cambian las condiciones. Pueden ser bastante peligrosas para el nadador inexperto que intenta regresar a la orilla. La mejor manera de escapar de una corriente de este tipo es nadar en paralelo a la orilla unos pocos metros antes de regresar a la playa. Si bien puede ser peligroso luchar contra las corrientes de resaca, cuando se usan adecuadamente, también pueden ofrecer un ‘viaje’ gratis a un nadador o kayakista que se quiera alejar de la orilla.

Olas. Imaginemos el peso de un automóvil presionándonos y llevándonos hacia la arena. Ese es el poder que una ola de un metro de altura puede tener sobre un nadador desprevenido. Los pronósticos de oleaje proporcionan la altura de una ola, así como la dirección que crea la ola rompiente, el período entre las olas y el viento que puede hacer que la superficie del agua sea vidriosa y suave, o entrecortada y desafiante. Cualquier ola debe ser respetada. Las olas que rompen en la costa pueden llegar a causar lesiones que cambian la vida, incluso las olas de 2-3 pies (menos de un metro) de altura pueden dañar a cualquier persona que no esté preparada para su intensidad. Para mantenernos a salvo, debemos evitar dar la espalda al agua hasta que ambos pies estén sobre arena seca, y comprender que las pequeñas olas que aparecen en la playa pueden llegar a ser bastante complicadas para un nadador. Una buena práctica es la de movernos a través de las olas rompientes atravesándolas por debajo y no por encima del agua blanca. Mantener las olas a la vista mientras nadamos de regreso a la costa es una buena práctica y puede ofrecernos un ‘paseo’ agradable. Es recomendable aprender de los nadadores y socorristas experimentados cómo navegar y surfear las olas con nuestro cuerpo, así como reconocer que el rompiente es donde pueden ocurrir la mayoría de las lesiones en la playa.

Viento. Quizás la fuerza más impactante para un nadador es el viento. Los vientos fuertes en la dirección incorrecta pueden ser el factor determinante que nos impida nadar. Los vientos que soplan desde la orilla hacia el agua crean las condiciones que los surfistas, nadadores y atletas de todo tipo piden. Los vientos que soplan a lo largo o hacia la playa pueden crear condiciones completamente diferentes.

Vientos para nadadores:

• 8 kph - día ideal para nadar, y seguramente lleno de gente.
• 16 kph – movido y perfecto para trabajar y ajustar nuestra brazada.
• 24 kph - solo para nadadores experimentados y lo suficientemente fuertes como para nadar con el viento en contra.
• Más de 32 kph - avanzar será complicado en el mejor de los casos. Además, vientos tan fuertes alterarán drásticamente las condiciones del océano, provocando olas y corrientes que pueden volverse peligrosas.


Comprender y tomar las decisiones correctas puede hacer que cada sesión de natación sea segura, y eso a veces puede significar que la sesión más segura sea en la piscina. Para nadadores experimentados, unas condiciones desafiantes pueden proporcionar un aumento de rendimiento, pero no necesariamente en el caso de nadadores de piscina más rápidos y sin práctica en el océano. Debemos aprender de los nadadores de aguas abiertas expertos las siguientes habilidades para mejorar nuestra técnica en el mar:

• "Body surfing”.
• Patada de delfín mientras hacemos “body surfing”.
• Cambios de ritmo constantes.
• Recobro alto.
• Dejar que el agua haga el trabajo para nadar más rápido a favor de corriente.
• Hacer “body surfing” en las olas que se crean lejos de la playa.
• Cambiar el lado por donde respiramos.
• Planificar una sesión de entrenamiento con viento a favor.
• Usar corrientes de resaca para entrar en el mar y evitarlas al volver.
• Saber cuándo NO salir a nadar.

Aprender los elementos esenciales del clima y el agua, siempre respetando el océano, nos mantendrá a todos los nadadores seguros. A medida que adquiramos experiencia y conocimiento, convertiremos los días difíciles en aguas abiertas en herramientas para mejorar nuestro rendimiento y conseguiremos que cualquier sesión pueda llegar a ser nuestra MEJOR sesión.

Para más información:

NOAA National Weather Service “Wave Safe”
BC Ocean Positive Foundation

ACERCA DE BRUCKNER CHASE

Bruckner Chase, fundador y director ejecutivo de BC Ocean Positive y socorrista profesional, es un defensor de los océanos y marinero profesional reconocido internacionalmente, cuyos logros deportivos y aventuras incluyen algunos de los entornos más desafiantes y las condiciones más duras en tierra y mar. Sus actividades atléticas y sus iniciativas innovadoras abarcan desde Samoa Americana, Polonia y la costa de Jersey, y brindan oportunidades para empoderar, así como para impactar positivamente en el comportamiento individual y comunitario. Actualmente trabaja con el Servicio Meteorológico Nacional de la NOAA (siglas en inglés de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica) como asesor de seguridad, ciencia y conservación costera, mientras que también trabaja en programas deportivos innovadores e inclusivos destinados a atletas que practican deporte adaptado. Su proyecto actual con NOAA, “Wave Safe with Bruckner Chase” es una campaña multimedia, que enseña la filosofía, la mentalidad y las acciones que pueden proteger a cualquier persona, en cualquier orilla.


Le encanta trabajar en Australia y Samoa Americana y siempre está ansioso por volver a estos lugares que considera "segundas residencias". Únete a Bruckner para proteger nuestros océanos y sus habitantes, y obtén más información en bcoceanpositive.org 

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Una vez hecha la marca, sal de esa posición y coge una cinta métrica. Con ella debes medir la distancia del suelo a la marca que hiciste con el lápiz.

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